lunes, 18 de marzo de 2013

El Poder de la Información

Supongamos la siguiente respuesta de un cajero de un banco:

- Deme un momento... voy a ir a fabricar unos billetes de 5.000 y vuelvo.

¿Es creíble una respuesta así? No. Ahora, revise las siguientes frases y determine cuáles son verdaderas:

- El proceso de fotosíntesis incorpora el átomo radiactivo en las plantas, de manera que la proporción C14/C12 en éstas es similar a la atmosférica.
- El VAN a tres años es de un 5%.
- Voy a revisar el JavaScript de la BIOS.

¿Todas? ¿Ninguna? La verdad es que las dos primeras son válidas y las dos últimas no lo son.

El VAN de un proyecto corresponde al Valor Actualizado Neto de un proyecto de inversión que, en términos simples, representa el valor presente de un determinado número de flujos caja futuros. En términos simples, si se gana o se pierde plata en el periodo correspondiente. No es un porcentaje. JavaScript es un lenguaje de programación intepretado, dialecto del estándar ECMAScript y, todos los que hemos estudiado alguna carrera del área informática, sabemos que "la BIOS" no tiene JavaScript.

¿Porqué sucede esto?

En términos simples, a menos que una afirmación sea evidentemente una mentira, la capacidad de evaluarla depende exclusivamente de la información que la persona posee del tema. La palabra Información tiene su origen en las palabras in y formare, es decir, "instruir hacia adentro" y es, claramente, lo que determina la capacidad de una persona de interpretar y/o tomar una buena decisión. Un experto no va a dudar. Alguien que ha tenido algún tipo de estudio al respecto, lo más probable es que se lo cuestione. Alguien que nunca ha tenido contacto con el tema, no va a poder tomar una decisión y/o hacer un juicio respecto a la veracidad de la misma.

Desde siempre, la información se ha asociado con poder. Antiguamente, la información sólo estaba disponible para grupos selectos de personas (Grupos de Poder) que la usaban y administraban para lograr sus objetivos. En la actualidad, gracias a la democratización de los medios de comunicación como, la masificación de Internet y la existencia de herramientas como Google, la latencia de información (el tiempo que transcurre entre la necesidad expresada y su ‘realización’) es cada vez menor. Basta ingresar el término en Google y en fracciones de segundo aparecerán miles de referencias a él lo que, lamentablmente, produce otro problema: Sobrecarga de Información (Information Overload), pero este problema lo dejamos para después.

Antiguamente, por ejemplo, para hacer una investigación se debía recurrir a una Enciclopedia. Si la Enciclopedia era antigua y no tenía la información, era necesario buscar otra fuente. La más famosa de las enciclopedias era la Enciclopedia Británica, que se editó durante 244 años hasta que dejó de imprimirse en papel el año 2010. Yo tuve la oportunidad de hacer tareas con esta enciclopedia y recuerdo, perfectamente, lo importante que era tener una en la casa. Recuerdo, incluso, haber conversado con algunos amigos sobre "la llegada a la casa" de la edición del año.

Volviendo al tema principal, en lo personal, siempre me ha molestado de sobremanera cuando las personas hacen uso del poder que les da la información. Siempre prefiero "un experto" que es capaz de explicar las cosas de manera sencilla y que, más importante aún, se da el tiempo para hacerlo, sin hacer grandes supuestos sobre su audiencia. Mejor aún, cuando es capaz de hacerlo de manera simple.

Ahora, me molesta aún más, cuando esto sucede en temas relacionados a mi profesión (para los que no saben, estudié Ingeniería Civil en Computación en la Universidad de Chile) y, este fin de semana, me toco vivirlo nuevamente.

Fui a comprar una cámara de fotos para un regalo. Mi objetivo era comprar una cámara lo más simple posible. No por el precio, sino por el perfil del festejado. En términos simples, necesitaba una cámara sin grandes prestaciones: básicamente un botón para tomar fotos, que no usara pilas y que tomara fotos relativamente rápido.

Me acerqué al módulo donde estaban exhibidas las cámaras. Antiguamente, las cámaras estaban debajo de unos vidrios por lo que el proceso de elección era más lento. Hoy estan disponibles para encenderlas y probarlas y, además, con los precios a la vista. Se acercó una persona a ayudarme y, dado que es su trabajo hacerlo, dejé que me asesorara. Los modelos eran tan básicos que no había mucho que me pudiera decir para apoyar mi decision de compra, por lo que, nos centramos en las cosas básicas: Megapixeles y Precio. Para terminar de tomar mi decisión, sólo me faltaba hacer una prueba: la velocidad para tomar las fotos. Aún cuando la idea era comprar un modelo básico, es una lata cuando la cámara se demora 10 segundos en volver a estar lista para tomar otra foto.

La prueba para esto es simple. Tomar una foto y esperar, sin embargo, esta prueba no la pude realizar correctamente porque ninguna de las cámaras tenía tarjeta de memoria y, al momento de disparar, en todas salía un mensaje que decía "No Memory Card". Considerando que esto no era un comportamiento normal, le pedí al vendedor si podíamos hacer la prueba con una tarjeta de memoria cargada en la máquina. Me imagino que el vendedor sabía que esto no era posible y, omitiendo mi pregunta, me obligó a pedírselo tres veces. Al ver que yo insistí, me dijo que iría a consultar con su Jefe. Regresó cinco minutos después y me dijo:

- Señor, no se puede hacer la prueba con una tarjeta. Mi jefe me indica que todas las cámaras están sin tarjeta porque se puede echar a perder el software.
- Mala la excusa de su Jefe - le contesté.

Algunas reflexiones al respecto:
  1. El Jefe no sabe nada de Software. 
  2. Hubiera sido una buena experiencia de servicio que, efectivamente, hubiera podido probar la cámara con una tarjeta.  
  3. Hubiera preferido que me dijeran que las cámaras no tenían tarjeta porque se las robaban en vez de inventar una excusa como esa.
  4. En general, el Software funciona o no funciona, pero nunca se echa a perder.
  5. En un escenario expuesto como el módulo de exhibición de un mall y, en general, estoy seguro que el Hardware fallará antes que el Software. 
  6. Por último, si el Software realmente "se echa a perder" en alguna y/o todas las cámaras que estaban en el módulo, ¿Es razonable que las vendan? ¿No debieran, dada esa experiencia, haberlas retirado?
Aún cuando compré la cámara igual, me acordé de mi post anterior (La Caída del Sistema... o la Salida más Fácil) en donde, nuevamente, el Software es la excusa perfecta, la salida más fácil.

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