viernes, 17 de junio de 2011

Mundo Touch

Mi primer contacto con computadores y/o dispositivos de juegos fue por el año ochenta. En ese momento, los ejemplos más cercanos eran el Atari 2600, Intellivision, ColecoVision y Sega. En el ámbito de los computadores eran el Commodore 64, Sinclair y Texas Instruments y, en mi colegio usaban computadores BBC Micro para enseñar Basic. Siendo un niño, para mí era sencillamente incomprensible y a la vez fantástico, la posibilidad de controlar con un joystick algo en pantalla y hacer que se moviera, saltara, disparara, etc. Los juegos que recuerdo más importantes eran el Q*Bert, PacMan (y toda su parentela), PitFall y PitStop, todos ellos provistos por mi mejor amigo ya que yo no tenía uno.

En ese momento, estar frente a la televisión jugando horas era algo impensado. Yo, y muchos de mis amigos, no teníamos incorporada esa variable, por lo tanto, era un juego más. Jugábamos un rato y luego volvíamos a nuestros juegos típicos. Aún así, a veces, la frustración nos atacaba y lo más perjudicado era el hardware asociado, es decir, la consola, los otros cartridges, los joystick, etc. Recuerdo especialmente que los joystick de Atari aguantaban todo, nunca me tocó ver uno destruído.

Han pasado algunos años desde ese momento y mis intereses y mi relación con la tecnología ha cambiado. Hoy trabajo con computadores todos los días por lo que, mirando hacia atrás, creo entender qué es lo que sucedia cuando movíamos el joystick y el monito pixelado saltaba o corría y, no dejo de sorprenderme, cómo eso sucedia con las infinitas restricciones de recursos y lenguajes que había en esas máquinitas. Pero, obviamente, el hardware de hoy no tiene nada que ver con el hardware de ese entonces. Hoy los computadores tienen discos duros, pantallas LCD (ya no se usa el televisor), son ultradelgados, etc., y, la tendencia más importante desde la incorporación de las cámaras a los celulares, es hacer todos los dispositivos touch copiando la tendencia establecida por Apple con el iPod, iPhone e iPad.

Dado esto, el otro día estaba intentando hacer una llamada con mi iPhone. Para los que tienen iPhone (o tienen plan con la compañia *********), deben haber experimentado la pérdida de señal habitual y, la mucho peor, latencia (demora) en la recuperación de la misma. Yo no tengo claro si es un problema del hardware o de la señal o de los dos, pero, es realmente irritante cuando sucede. Tanto así que el otro día necesitaba hacer una llamada urgente y no pude hacer que el teléfono recuperara la señal durante un buen rato. Surgió dentro de mi, como una explosión, el recuerdo de mi infancia y estuve a punto de golpear el teléfono con mi puño, tirarlo al suelo, etc., para lograr canalizar de alguna manera mi rabia. Lamentablemente, mi racionalidad me lo impidió por las consecuencias obvias que eso tendría sobre el teléfono.

Hay una frase que refleja esta situación a la perfección pero que, en este mundo cada vez más touch, no aplica lamentablemente:

Hardware = Lo que golpeas. Software = La causa”

Símplemente, habrá que buscar otros mecanismos para canalizar la rabia en estas situaciones.

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